Friday, March 24, 2006


Un barrio de locos (Primera Parte)

Christian Palma

Como en Pelotillehue o Buenas Peras, cada barrio tiene sus historias y personajes que se van repitiendo con diferentes nombres a lo largo del país. La calle donde viví hasta los 13 años, no escapa a esta realidad y ha entregado una cantidad enorme de especimenes a mi imaginario.
Comenzamos con el Solís. Dicen que llegó hace muchos años en un barco, cuando supo que su señora lo engañó, se volvió loco y eligió la parte más desolada de la calle San Martín para vivir. Nunca más se bañó y se dejó crecer el pelo, seguro fue el primer rastafari que vi en mi vida, ahora sólo habla con los 50 perros que lo siguen como su sombra.
Cerca de ahí, habita Pedro “Tortola”, con otros 50 quiltros, su botella de vino y el peso de ese sobrenombre al cual no puedo referirme en estas páginas.
Bajando unos metros, nos encontramos con el cuchitril del Negro Cantor. No recuerdo haberlo visto alguna vez sobrio. Cuentan algunos que ha sobrevivido 80 años tomando porque cuando joven y trabajaba en el matadero, su desayuno era un suculento vaso de sangre de toro. Al verlo, trastabillar más de cuatro horas para llegar a su refugio, pienso seriamente en dejar el trago.
Quizás el “loco” más conocido del barrio es el Horacio. Según él, estuvo en Vietnam, el mismísimo Pinochet lo mandó matar y que una vez fue abducido. Maneja tres idiomas, estuvo un semestre en la Universidad, ahora es guía turístico y vende papas en la feria, todo un personaje que quedó atrapado la simpleza de la adolescencia. Su vecino es de los locos nuevos. Poroto le dicen, su vida acontece en la estratosfera de la cannabis y el LSD, buen chato, pura risa y paz.
El Kikiño se deja ver de tarde en tarde, siempre apoyado en la baranda de su balcón, su piscola en la mano y el saludo a flor de labios. Nunca le faltó el respeto a nadie, jamás pidió una moneda para tomar, sólo espera humildemente que lo salude cada vez que paso por debajo de su casa.
Finalmente, llegamos donde Juan “Pirulo”. Este es el más enigmático de todos, pues es el que supuestamente está más lejos de mi realidad. Me pregunto quién lo acuesta, quién lo levanta, por qué llora o ríe, que tan distinto podemos ser. Yo que camino por la vereda de lo “normal” según la sociedad y él que desde siempre ha sido llamado derechamente “loco”. Muchas veces, cuando pasa cazando mariposas invisibles, creo que el verdadero desquiciado soy yo.

3 Comments:

Blogger Christian said...

Una vez a Salinas le gané una chaqueta en una apuesta...Obviamente colió y no la pagó

24 May, 2006 16:31  
Blogger Christian said...

Una vez pillé a Salinas en pelota con una mina....jajaja se veía lindo con su raja de liebre al aire...

24 May, 2006 16:31  
Blogger Christian said...

Te echo de menso amigo sawi

14 June, 2006 08:07  

Post a Comment

<< Home