(APORTE DE RODRIGO MORALES GATO)

En las sabanas tengo escrito mi epitafio
en las paredes dibujo entrañas
me acuerdo que tuvimos que pelear
y sudamos infiernos
nos dio cáncer pero no preguntamos
ni siquiera abrimos las puertas de la iglesia
No hay palabra extraña; palabra rebuscada
casi muerto casi paraíso
pus ojalá en el hocico del poeta
artaud querido artaud
esa noche me habían encontrado muerto
con la conciencia desparramada entre los muebles
recuerdo una mano trizada en el borde del espejo
un ataúd que hacia su música
un gato sin encías un perro en la avenida recoleta
ataúd artaud ataúd
esa noche me encontraba muerto
con la conciencia desparramada en mi cabeza
no tengo altura mis ojos son dos lijas
mi cabeza una batalla campal
sin muertos sin vírgenes sin la moral policíaca de mi barrio
en la espalda tengo dibujado un desprecio un limite
soñaba siempre con pájaros negros en el closet
miraba debajo de la cama antes de dormir
un destierro oculto bajo el cielo
genio impostor de luminarias partidas en dos:
colectivo y desgracia ripio de vómitos
cuentas corrientes quien sabe que otra tortura esconde el silencio ciudadano desgracia de venir y no de estar
el presidente es un proxeneta
En este silencio así como en otros tantos silencios
en que la tragedia se acomoda toma asiento
devuelve su mirada y le dice:
pozos negros ecos pozos negros luces de neón
con esa estúpida mirada de adulto joven
antes de entrar a un bar de la modala soga al cuello
la soga del rey carmesíel horno el vaso de agua
la cena rechaza amarga cuatica entumida
amarga cena sin voz cantar nada(paso días solo tratando de dar por culo a la palabra a veces mis amigos - los que estan muertos -que son además los más lucidos tienen toda la razón del mundo -aunque solo sean los sueños que no tengo) se desborda la señora -
a lo lejos cruje un hueso su hija tiene una hija simultáneamente
novias la madre con la hija de su amiga
el otro dispositivo o viceversa
los astros cuales astros en el veinte de santa rosa