Wednesday, October 10, 2007






















Ya viene el 26 de octubre y luego el Año Nuevo...Unas fotitos pa ponernos a tono...Y para ir preparando el ambiente...

Saturday, October 06, 2007













RADAR
El que no ha ido al radar alguna vez en su vida, se ha perdido una de las experiencias más entretenidas que nos puede dar Chañaral. La gracia es subir por el cerro de la gruta. Acortando camino. Una vez alcanzada la cumbre, el camino es más fácil. En este último 18 de septiembre, subí con mi hijo Sebastián y mi sobrino Carlos. Fue la raja, empezamos a subir como las 9 de la mañana. El día estaba nublado, excelente. Apretamos firme al principio y en un rato estabámos en la cumbre de la gruta.
Seguimos caminando y retrocedí en el tiempo, 20 años o más, cuando con el negro Michel, subíamos ese cerro de puro chros nomás, una vez por semana pa puro darnos el lujo de bajar corriendo por detrás a toda velocidad por senderos mínimos y llegar abajo sin caernos. Entrada la noche, aparecíamos cerc a del agua potable. Exhaustos, pero felices, el vértigo de la velocidad nos daba vida y al otrro día a clases los weones. Sin drama. Eramos felices. Me acordé también cuando fuímos a las pircas una mañana cualquiera con el negro y el Rafa. Hicimos la misma ruta. El Pancho Aranda tiró pa la cola y se oerdió uno de los mejores paseos que tuve cuando niño. Nos agarramos a pñalos, hablamos de mujeres, almorzamos, corrimos, gritamos. A la vuelta, yo venía con el pantalón roto y el Rafa se encontró una culebra. Fue la raja.
En fin, este paseo con mi hijo y sobrino me devolvió en el tiempo. Ahí estaban ellos, esforzándose por llegar a la siguiente cumbre. Cansados pero no aflojaron. Hasta que llegamos al radar a las 12 del día. Almorzamos y nos pegamos una calá inolvidable. Había un silencio absoluto. Yo al medio, abrazados de los niños que más amo en el mundo, durmiendo los tres tranquilos, felices...Cada uno soñó cosas distintas. Estoy seguro de que jamás olvidaremos eso. Bueno, en el Radar encontré una parrilla artesanal que hicmos el año 1996 con el Tota y el Negro. Esa vez subimos una tarde de invierno. Bien aperados, parca, bototos, una radio y una carpa chica. Llegamos al radar de noche, sus respectivos embélecos para amenizar la jornada. Buscamos un plano y armamos el mini campamento. Un vinito y su buena fogata. Gigante. Incluso con algo de susto, pues el radar por esas fechas todavía estaba intacto. No como ahora, que lo quemaron. Estábamos medios cucarros los tres, hablando las cosas que hablan los amigos cuando están solos. Cuando el tota sacó sus típicas bengalas, jajaja. Cagaos de la risa corriendo por los cerros, jugando con las sombras.
De ahí el negro este, sacó unos embases de desodorante. Los tiró a la fogata y explotaban. salían volando y silbando como rayos láser. Nunca me olvidaré de esa wea, y del tota escondodo detrás de unas rocas gritando con su carraspera eterna. Buena....Esa noche llovizno caleta y tuvimos que dormir tapados hasta elcogote y cagaos de frio.
Bueno, después de estos lindos recuerdos. Con el Seba y el Chupa decidimos regresar por Barquito. No me acordaba mucho el camino, así que hicimos un sorteo y bajamos por una quebrada al azar. Fue la raja, tuvimos que bajar por piedras y rocas, los cabros chicos estaban felices. Si pueden llevar a sus hijos antes que la edad les impida subir hagánlo, jamás lo olvidarán....